Clamando en el Desierto

viernes, noviembre 17, 2006

Lo que dicen las actitudes.

El propósito de este blog no es la política, más bien me he ido decantando por la comunicación, por el idioma, ese coloso al que le están entrando demasiados virus.

Pero como los políticos hablan e incluso dicen cosas sin hablar, como hoy, aparecerán de vez en cuando aquí.

No sé qué hablaron ayer el Presidente y ciertos congresistas que fueron a visitarlo pero sí sé lo que dijeron: venimos a escondernos detrás de sus nagüitas porque tenemos rabo de paja. Toda una confesión.

Desde luego, el presidente se indignó, digo desde luego no porque crea que le indigne la indignidad sino porque él siempre se indigna, es su estado natural, y dijo:

Si alguien tiene algo contra mí, que lo diga.

Imposible dejar de imaginarse al machito asustado dándoselas de gallo antes de que lo ataquen, para que los demás se asusten más de lo asustado que está él: A VER QUIÉN ES EL BERRACO QUE SE METE CONMIGO.

Después debió sentir un fresco, al niño de las pataletas a quien nadie le dice no, le tocó recibir nones de los congresistas gringos y como a ellos no se les puede poner furibundito debía estar que armaba una buena pataleta y ¡Por fin! Le dieron la oportunidad de decir: ¡A ver quién es el que me va a dar pelea! Seguro que hasta se puso en jarras y sacó el mentón en forma desafiante.

jueves, noviembre 09, 2006

La Libertad

De la palabra LIBERTAD se ha abusado tanto para justificar pleitos, invadir países, bautizar fincas, que no me extraña que ahora TV Cable la use para vender teléfonos, pero que me vengan con el cuento de que el símbolo de la libertad es un semiasterisco de teléfono con pretensiones de mariposa y formado por tres toallas higiénicas, ya es demasiado.

Como si fuera poco, esos burros al pasitrotre en la sabana lo acompañan con un comercial de televisión narrado por una destemplada voz con acento argentino que habla entre otras cosas de “cabayooooos al galope en la pradera”, término éste tan bogotano (la publicidad es para esta ciudad) como la voz que lo narra. Para terminar la comparan con un niño lanzándose a una laguna dorada. Esperemos que no sea el Muña.