Clamando en el Desierto

domingo, agosto 08, 2010

¿PATRIMONIO DE QUIÉN?


La Unesco publicó una larga lista de monumentos consagrados como Patrimonio Histórico de la humanidad, hace bien, con esto los protege y promociona y ese es su oficio.

Sin embargo ¿ese honroso título es cierto o simplemente es un reclamo para que turistas ricos acudan a gozarlos o simplemente a fotografiarlos como el turista japonés del cuento que toma y toma fotos sólo porque es de rigor?

Supongamos que resuelvo acudir a Stonehenge y en mi declaración de solicitud de la visa pongo esto como motivo de mi viaje, igual, si no cumplo los requisitos adicionales (y en mi caso es bastante posible que no los cumpla) me negarán la visa. O yo no soy humano o Stonehenge no es patrimonio de la humanidad.

Tomemos, por cercano cultural y étnicamente el caso de España. El Archivo General de Indias es patrimonio cultural de la humanidad, y así no lo fuera, al tener en sus infolios parte de la historia de mi patria y aun de mi familia, en sus estantes aparecen probanzas y hasta juicios criminales de mis antepasados por lo que es sin lugar a dudas parte de mi acero cultural. Sin embargo es lo mismo, al consulado español no le es suficiente que yo demuestre que soy profesor de historia, que investigo la de mi país y me intereso en la de mis antepasados y que por eso estoy interesado en consultar ese patrimonio mío, no digo que me vayan a negar la visa, ya una vez me la concedieron, sino que no me la darían por ese solo hecho, es más con los salarios típicos de los profesores colombianos puede ser un motivo para que lo duden.

Lo mismo pasa con los monumentos; con excepción del convento de San Lorenzo del Escorial en donde el hispanoamericano tiene el mismo tratamiento del español, entrada gratis, muchos monumentos de ese país que fueron levantados o enriquecidos con el oro de Hispanoamérica, tienen precios rebajados para los turistas de la Comunidad Europea, que además de no tener ningún tipo de nexo con el sitio a visitar generalmente tienen con qué pagar la entrada, mientras tratan al latinoamericano como a cualquier otro. Sin que valgan el pomposo título de “patrimonio de la humanidad” o la teoría del cónsul español Jorge Perlasca que salvó a miles de judíos aduciendo que los descendientes de la expulsión de Isabel La Católica eran españoles por descendencia.