martes, diciembre 23, 2008

EL SEÑOR DE LOS MILAGROS

En Colombia la gente, tal vez por sus ideales católicos, cree en los milagros, es más, los espera. Por eso los sitios “milagrosos” están en ciertas fechas cabalísticas llenas de creyentes. También es la razón por la que los partidos no presentan programas e ideas sino que periódicamente exaltan a sus seguidores con alguien “capaz” de hacer milagros. Para decirlo en las palabras del psiquiatra y humanista José Gutiérrez: En el fondo esperamos (los colombianos) un príncipe valiente que nos otorgue la clave de la vida y la solución de todos los problemas. Ese príncipe no llega, pero no importa; seguimos a la espera; y en las exigencias que impone nuestra ambición a esta figura soñada “con talla presidencial”, está nuestro verdadero sectarismo, nuestra verdadera receptividad. (De la pseudo – aristocracia a la autenticidad - 1961).

Por eso no es de extrañar que los líderes del siglo pasado más recordados sean Gaitán y Galán, y para algunas generaciones, Camilo. Cuyas ideas por buenas que fueran no tuvieron la fuerza suficiente para sobrevivir a su creador, entonces por qué se los recuerda. ¿Será precisamente porque al morir antes de ponerlas en práctica no se deterioró su fama de taumaturgos? No dieron lugar al desencanto de haber sido encontrados sencillamente humanos.

Es el caso de David Murcia, el gobierno lo detuvo (en las dos acepciones de la palabra) cuando estaba haciendo el milagro, para los creyentes no fue su culpa el que el milagro no alcanzara su culminación, por eso todavía lo apoyan, piensan que si le dieran la vía libre que piden, él podría completarlo.

El fenómeno Uribe es más complejo: Como en el caso Murcia el milagro empezó a darse, con la seguridad en las carreteras, e igualmente necesitaba más tiempo. En esto consistía el “teflón” del mandatario, por eso el ímpetu reeleccionista que le daba al mago el tiempo que el milagro requería. También explica el porqué la popularidad del presidente es superior en las encuestas a la aceptación de cualquiera de los aspectos de su gobierno, como si el todo fuera mayor a la suma de las partes. Luego vinieron la muerte de Raúl Reyes y la Operación Jaque ¡El milagro se estaba dando! (Las anomalías que rodearon estos hechos no importaban, el mago tiene sus propios métodos y la magia depende del mago, además, éstas -las anomalías- se unen con otro mito social colombiano, el del “berraco”) Y, claro, la popularidad del presidente se disparó – Aunque no creo en las cifras de las encuestas debo aceptar que éstas muestran las tendencias – Para luego descender continuamente y con una pendiente estable. Hoy los analistas tratan de explicar la causa de la reversión de la tendencia: la buscan en la crisis económica, en la caída de las pirámides o en la aberración de los llamados falsos positivos pero si éstas fueran las causas, la tendencia a la baja hubiera sido muy superior en noviembre y diciembre que en agosto y septiembre, puesto que no ha sido así la causa debe ser otra.

Una vez demostrada su capacidad de hacer milagros, el falso mesías dejó de hacerlos, no hizo otros que tocaran más de cerca a sus seguidores, ¿por qué, acaso no quiere, acaso se le acabó la magia, acaso los traicionó? Para completar, ante la falta de seguridad de la reelección se está acabando el tiempo de hacer milagritos así que o se apura o no los logra. Además los otros milagreros en los que confiaban también fracasaron.

Otra posibilidad es la propuesta hace casi cincuenta años por el mismo autor citado: Además en el caso de la personalidad de los líderes agresivos, el gasto de energía que implica su agresividad, trae como consecuencia una disminución de su impulso intelectual, que con frecuencia es la base de la decadencia de nuestros hombres públicos a partir de cierta edad.

En todo caso la deserción continúa en las filas presidenciales, los fieles retornan a sus viejos adoratorios de los partidos tradicionales y claro está a La Virgen de Chiquinquirá, el Milagroso de Buga y el Divino Niño del Veinte de Julio.

2 Comments:

Blogger José Manuel Hoyos said...

Disciplina, bloguero, vamos a por los 2 artículos semanales!!

5:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy buen artículo, aquí va un fragmento extraído del 'Zoo Humano' de Desmond Morris acerca de la formación de tribus y supertribus, que aunque poco reveladora hoy en día, si nos ayuda a explicar antropológicamente la situación actual:

"(...)podría afirmarse que nada ayuda tanto a un jefe como una buena guerra. Le da su única oportunidad de ser un tirano y de ser amado por ello al mismo tiempo. Puede introducir las más despiadadas formas de control y enviar a la muerte a miles de sus seguidores, y, sin embargo, ser saludado todavía como un gran protector. Nada estrecha más los lazos internos de un grupo que una amenaza (..)"

Ahí está el patrioterismo exagerado que ha ido surgiendo en los últimos 6 años...

1:56 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home